viernes, 29 de febrero de 2008

UN CARBONERO DE TALLTENDRE

UN OFICIO PERDIDO: LOS CARBONEROS

Navegando por la red de redes he encontrado una referencia de un natural de Talltendre que se ganó la vida de carbonero. A principios de 1898, un diligente secretario del término de Montnegre, comarca a caballo entre las provincias de Barcelona y Gerona, efectuó un censo de población en el que no se contentó con consignar de forma genérica el oficio de cada habitante, como era habitual, poniendo bracero, jornalero o payés, sino que fue más preciso y puso sus oficios concretos, añadiendo otros datos como el lugar de procedencia. Eso permite saber que, en esa fecha, trabajaba de carbonero un tal Francesc Surroca, soltero de 23 años y procedente de Talltendre, referenciada entonces como de la provincia de Gerona, pero que vive en Queixans. Hacía ocho días que había llegado a la zona para trabajar de carbonero y no se referencia que sepa leer o escribir ni que haya tenido instrucción primaria.

La encina era especialmente apreciada como combustible, tanto en forma de leña como de carbón y era una de las principales fuentes de esos combustibles de la capital. Los carboneros trabajaban en collas, grupos de braceros que oscilaban entre dos y siete personas. El jefe de la colla, normalmente el mayor del grupo, era el que tenía más experiencia en la recogida del carbón y dirigía al resto de los componentes en su faena, que consistía en cortar la leña, hacer la pila o carbonera, encenderla y vigilarla hasta que el carbón estuviese bien hecho y listo para transportarlo. En el caso del paisano Surroca de Talltendre, se trataba de Joan Busom, natural de Ger, provincia de Gerona, de 50 años de edad y soltero. Que ambos procedieran de las zonas altas de la Cerdanya obedece al hecho de que lo hacían para poder trabajar durante el duro invierno; llegaban los meses de noviembre y diciembre y no volvían a sus lugares de origen hasta la primavera.

En un censo de la Cerdanya de 1877, el 14% de los habitantes estaba ausente lo que da fe de que iban a buscar el trabajo que no tenían en su comarca fuera de ella. Parece ser que este fenómeno se repitió hasta el tercer decenio del siglo XX, cuando la mejora de las comunicaciones cambió el aislamiento secular de esa comarca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ACABO DE DESCOBRIR EL BLOC,HO PODDIEU HAVER DIT AVANS

Anónimo dijo...

SALUTACIONS DE CAL DOMINGO, ENDEVANT